La Cuaresma nos da 40 oportunidades para encontrarnos con Jesús, para restaurar nuestra relación con Él y fortalecer nuestra fe. Cada día es una nueva ocasión para acercarnos a su amor mediante la oración, el ayuno y la Caridad.

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Durante este tiempo, la Iglesia nos invita a realizar:

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• Oración: Nos reconcilia con Dios, nos ayuda a reflexionar sobre su amor y perdón, y nos permite hacer un examen de conciencia transparente y sincero.

• Ayuno: Nos reconcilia con nosotros mismos. No es solo abstenerse de alimentos, sino renunciar a acciones que nos alejan de Dios. También implica la abstinencia de carne los viernes de Cuaresma.

• Caridad: Nos reconcilia con los demás, nos invita a salir de nosotros mismos y ayudar a quienes más lo necesitan, siguiendo el ejemplo de Jesús.